Cinco destinos en los que practicar #martelismo en Semana Santa
Le llaman Semana Santa aunque no llega a una semana. Pero si quieres, puedes hacer que dure más. En definitiva, el momento perfecto del año para hacer una escapada a alguna ciudad; salir ahí afuera y conocer mundo. Martelo te propone cinco ideas.
New York, la ciudad favorita de Martelo
Es la ciudad de los rascacielos pero lo que ocurre ahí abajo es tan apasionante como lo que se cocina en sus alturas. Williamsbrug se ha convertido en el barrio moderno de la ciudad. Icono de la cultura hipster, allí se dicta lo que van a comer, vestir y escuchar los modernos de todo el mundo. Tiendas de ropa vintage, música en vivo, arte urbano y barbudos que van de un lado a otro en sus bicicletas. Amén de los archiconocidos Empire State, la Estatua de la Libertad o Central Park, en New York hay mucho por ver y hacer. Una visita a Coney Island, un parque de atracciones decadente y envolvente por igual; o una ruta punk por la New York de The Ramones son planes que no dejan indiferente.
Logroño, why not?
Capital de la tierra que tiene nombre de vino, Logroño es una ciudad pequeña y coqueta; tranquila y acogedora; uno de esos lugares a los que siempre apetece regresar. Su epicentro es la Calle Laurel; una animada zona peatonal repleta de bares, tabernas y restaurantes. El bullicio se convierte en protagonista durante todo el fin de semana en esta mítica calle donde el buen comer y el buen beber mandan. Raciones, pinchos, platos típicos y por supuesto, vino. El listado de lugares en los que encontrar una botella de Martelo es interminable 😉
Copenhague, la capital del Hygge
Ya os hablamos en este artículo de la perfecta comunión que hacen Martelo y el Hygge. Para adentrarte en esta filosofía de vida, nada mejor que visitar Copenhague, su capital. Aquí hay mucho que ver pero lo más interesante es ver como ese estilo hygge se respira también por sus calles. Sus habitantes son hospitalarios y simpáticos. Sus calles, un remanso de tranquilidad, con plazas, zonas peatonales, canales con barquitos atracados en las orillas y bicis, muchas bicis. Una visita diferente es la de la ciudad libre de Christiania. Un barrio autodeclarado como independiente de Dinamarca que funciona como una comuna y que tienen sus propias normas y costumbres.
San Gimignano, la vida en la Toscana
Alzada sobre una colina, desde las 15 torres de la ciudad de San Gimignano se contemplan unas privilegiadas vistas de la Toscana. Allí donde la Dolçe Vita se expresa con su máximo esplendor, sus murallas y calles empedradas nos transportan a un ambiente sacado de la época renacentista. Todo parece ir más lento en San Gimignano, incluso el disfrute: de un queso, del embutido, de un plato de pasta o de una buena botella de vino, mientras se ve cómo transcurre la vida.
Lisboa, la ciudad de la Luz
Se ha escrito tanto sobre Lisboa que ya queda poco que añadir. Decadente, moderna, de aires marineros, con una arquitectura singular y con mucha vida. El sonido de sus tranvías recorriendo las calles, sus ascensores para llegar hasta el barrio alta o las terrazas que miran al Tajo son parte de su encanto. En Lisboa hay sitio para la buena comida, para la música en la calle, para las compras y para el vino. En la ciudad de la luz hay mucho más que luz.