La tierra donde nació Martelo tiene nombre de vino. Pero no sólo de tempranillo, viura o malvasía vive el hombre. Desde Haro hasta Logroño, pasando por Laguardia o Arnedo, se puede disfrutar de una vida cultural y social intensa y trepidante. El #martelismo consiste en deleitarte con pequeñas cosas cotidianas pero siempre especiales, y esta tierra está llena de planes. Te proponemos seis.

Concéntrico, el diseño envuelve la ciudad

Cada mes de abril las calles de Logroño son ocupadas, en el sentido literal, por el Festival Internacional de arquitectura y diseño Concéntrico. Instalaciones efímeras que nos ayudan a cultivar una mirada poco convencional; exposiciones que llaman a la reflexión; y actividades diversas que nos ayudan a observar desde otros puntos de vista. Un diálogo entre arquitectura, diseño, ciudad y personas que se ha convertido en un must para quienes profesan interés por el diseño.

Ezcaray, el pueblo donde ocurren las cosas

Entre montañas gigantescas y laderas empinadas se esconde un pequeño pueblo con una bulliciosa vida cultural, deportiva y gastronómica. Escuchar música cuando su Festival de Jazz inunda las calles empedradas; esquiar en la estación de Valdezcaray; o disfrutar de una oferta gastronómica envidiable son las cosas que puedes hacer en el pueblo en el que siempre pasa algo. Una recomendación: el Portal de Echaurren, cocina creativa bajo la batuta del maestro Francis Paniego, que ha convertido este lugar en un santuario del buen comer. Tienen Martelo 😉

Fardelej: Martelo se pone indie

Verano es sinónimo de Festivales de Música y en Arnedo se celebra uno en el que buena música, buen vino y buena comida se juntan en el mismo escenario. Es el Fardelej, un Festival de esos que tanto gustan a Martelo: pequeño, coqueto y con buen gusto. El 13 y 14 de julio, clásicos de esos que nunca pasan de moda como Coque Malla o Revólver, acompañados de lo más granado de la música indie española, darán la nota. 

Laguardia: una mirada única

Laguardia es la capital de la Rioja Alavesa y uno de los pueblos más bonitos de España (y no lo decimos nosotros). Un pueblo medieval que se alza sobre una colina desde la que se divisa una de las mejores vistas vitivinícolas del mundo. Quizás nuestra perspectiva favorita es la de la ladera oeste: desde su mirador se contempla Torre de Oña, la Bodega-Boutique en la que nace y se elabora Martelo. No se nos ocurre mejor colofón para una visita a Laguardia que conocer sus fincas y  sus salas de barricas. Y si buscas un lugar para dormir, nuestra recomendación es la Hospedería Los Parajes. Un lugar especial, cuidado al detalle, en el que además de hospedarte puedes disfrutar de su Spa o de sus calados bajo tierra disfrutando de una buena copa de Martelo. 

Casa de la imagen

Ansel Adams dijo que “una buena fotografía se obtiene sabiendo dónde pararse”. Pues un buen lugar para pararse es la Casa de la Imagen: un edificio rehabilitado en pleno Logroño dedicado íntegramente a la fotografía y la imagen. Allí se exponen periódicamente muestras de fotografía contemporánea, artística o experimental casi siempre bien maridadas con otras disciplinas artísticas. Un alto en el camino más que recomendable.

Calle Laurel: ¿la mejor calle de España?

Sería una discusión larga e interesante, porque en España hay muchas calles especiales, bonitas, históricas o pintorescas. Pero seguro que la calle Laurel estaría en todas las quinielas. En La Laurel y sus aledaños se puede percibir el carácter sociable y amable de los riojanos. Antiguamente se servían vinos de la tierra con raciones de queso y embutidos. Hoy, los vinos permanecen y el queso y el embutido conviven con especialidades varias en forma de pinchos, tapas, raciones y platos tradicionales y modernos. Uno de los favoritos de Martelo es el Pata Negra, donde puedes disfrutar de una copa con su aroma y sabor y sus clásicos bocadillitos, sencillos y deliciosos a la vez.