Sal de tapas y disfruta de alta cocina en pequeños bocados

Se dice que las tapas se inventaron allá por la Edad Media para cubrir la copa de vino de los Reyes Católicos y evitar que entrasen moscas o polvo. Un pequeño invento para mejorar la higiene que, con el tiempo, se ha convertido en todo un baluarte la cultura española.
Irse de tapas (o pintxos, si estás en el norte de España) es toda una experiencia gastronómica, cultural y social. Es una forma distinta de recorrer la ciudad, con pausa, disfrutando del ambiente de cada bar. Un momento para reencontrarse con viejos amigos mientras disfrutas de una copa de Finca Martelo. Un viaje de descubrimiento donde disfrutar de la inmensa diversidad gastronómica de España.
Y es que lo que comenzó como un trozo de pan con queso, jamón o embutido ha ido evolucionando hasta preparaciones más elaboradas. Algunas clásicas y tradicionales, como la gilda o el pincho de champiñones, hasta algunas tan ambiciosas e innovadoras que parecen alta cocina en pequeños bocados.
Así que ya sabes, la próxima vez que estés de visita por nuestra tierra no hace falta que reserves mesa en un restaurante. Ve de bar en bar y disfruta de toda la diversidad de la gastronomía española tapa a tapa, pintxo a pintxo.